Carmen: una mami puta

 Carmen: una mami puta

Llegue a casa; el día fue agotador, trabajo en una empresa de seguros, soy administradora. Me estaba desnudando para una ducha rápida, suena el teléfono era su madre, su padre había muerto….

 


Eugenia abrió la puerta de la casa; la salita rectangular de color marfil con muebles, la muchacha dejo el bolso y el frac en la mesita fue a la cocina, en la cocina una mujer estaba en el fregadero, de cabello rojizo, llevaba un pequeño vestido de tirantes floreado, su cuerpo se acentuaba, sus piernas revestidas en unas medias hasta el muslo.

Eugenia avanzó hacia ella y con sus brazos la tomo desde atrás una de sus manos tomo un de los senos de la mujer mayor y con la otras acaricio el sexo bajo el vestido de la mujer mayor, afuera los rayos del sol pintaban de rubí las nubes del cielo.

— ¡Oh! Mami estas mojadita— Dijo Eugenia. Dándole la vuela a su madre y besándola en la boca; la mujer mayor gimió en la boca de su hija:

— ¡Ahh! Eugenia esto no esta bien.— Su hija la calló con sus labios, introduciendo dos dedos dentro del sexo materno, Carmen su madre gimió y su hija le dijo:

— Madre ya eres mía. — Eugenia embistió con sus desde dentro de su madre, los flujos de esta empaparon la mano de su hija y bañando sus muslos, sus gemidos se sumaban trinar tardío de los pajarillos vespertinos.

— ¡Ahh! ¡Oh! Dios, esto esta tan mal— Dijo la mujer mayor mientras su hija le decía:

— Pero se siente tan bien no, ¿Es así? —Follándose a su madre con fuerza.

Las grandes tetas de Carmen se movían con las embestidas, su cuerpo temblaba su orgasmo se formaba dentro de ella.

— ¡Sí hija si fóllate a tu mami zorra!— Dijo no podía contenerse. Siempre hablaba sucia cuando se ponía cachonda cuando follaba con su difunto marido, y desde que su hija la poseyó desde hacia dos meses siempre estaba cachonda con su hija cerca.

—¡Ah! Dios mierda como me gusta hija. —

Eugenia de dio la vuelta a su madre se acuclilló y abriendo las nalgas a su madre lamió el ojote materno, la madurita gimió fuerte.

— ¡Ohhh! Mi niña síii cómele el culo a tu mami zorra— Decía Carmen desbocada, su respiración era entre cortada, la lengua de su hija en su ano enviaba placer por su cuerpo sus piernas temblaban y su mente era un remolino de sensaciones. Eugenia volvió a penetrarla con sus dedos mientras su lengua follaba su culo.

—¡¡¡OH MI NIÑA QUE ME CORRO!!!

 El placer fue doble y el orgasmo después unos minutos estalló en su interior y sus flujos se derramaron sobre la mano de si hija cuyos dedos no dejaban de follarla y sus propias piernas parte de los jugos cayó al suelo de la cocina. Su hija saco los dedos de su interior y lamió el sexo materno como el ano Carmen quedo recostada en el fregadero desmadejada y exhausta.

— Me gustas tanto cuando te vuelves una puta ansiosa mami. — Eugenia salió de la cocina diciéndole a su madre:

— Debes limpiar, mira como déjate el piso con tus jugos de zorra.—

Carmen se sintió como una puta sucia, bueno era una zorra por dejarse follar de su hija no podía comprender como se sometió a su hija.



 Carmen: una mami puta




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