Las Fotos de Mamá
LAS FOTOS DE MAMÁ
—
¡Iván! — exclamó al abrir la puerta
y encontrar a su querido hermano al otro lado —
Los dos hermanos se dieron un abrazo y luego
se miraron a los ojos en silencio. Enseguida el menor ayudó al mayor a entrar
las maletas en casa.
—
¿No están papá y mamá? — quiso saber Iván —
—
Papá lleva toda la semana quedándose
hasta tarde a trabajar — contestó Sergio — y Mamá está haciendo un recado.
—
¡Jo! Con las ganas que tengo de
verles…
Sergio llevó las maletas hasta el cuarto que
su hermano conocía muy bien. Cuando vivía en casa los dos compartían esa
habitación.
—
¿Y Marta? ¿tampoco está?
—
Marta tiene exámenes, está en la
biblioteca, dice que yo no le dejo estudiar…
—
¿Todavía os seguís peleando?
—
Venga, tú ya sabes como es ella…
—
Es tu hermana, Sergio, deberíais
llevaros mejor…
Sergio dejó las maletas en el suelo mientras
Iván dejaba su chaqueta a un lado. Seguidamente se desplomó sobre la cama lanzándose de espaldas.
— ¡Ya
estoy en casa!
—
Me alegro mucho de que estés aquí,
tío — dijo Sergio desde lo más profundo de su corazón —
—
Yo también me alegro de volver,
hermanito…
Sergio se sentó frente a su ordenador y lo
encendió. Tenía una sonrisa enigmática en el rostro.
—
Tengo que enseñarte una cosa, lo
vas a flipar…
—
Viniendo de ti — replicó Iván cordial — seguro que es porno…
—
Si, pero como esto no has visto
nada en tu vida…
Sergio buscó una carpeta en su ordenador y
desplazó el cursor para abrirla. Seleccionó una foto e hizo doble clic sobre
ella. En la pantalla apareció la imagen de una despampanante mujer desnuda.
—
¡Ostia! — exclamó Iván con los ojos
como platos — ¡Pero si es Mamá!
—
¿A que mola? — contestó Sergio con
un brillo de orgullo en el rostro —
—
¡Que pasada! ¿de donde la has
sacado?
—
Del disco duro de Papá — contestó
Sergio — igual se las ha hecho para enviarlas a alguna página guarra…
—
¿Se las ha hecho? ¿es que hay más?
—
Pues hay como unas veinte…
Sergio dispuso a su ordenador para que las
imágenes de la carpeta fueran apareciendo una tras otra. La hembra que salía en
las fotos era una tractiva mujer madura de grandes pechos y exuberantes formas.
Su cabellera negra y larga le daba un aire salvaje y sus poses, lascivas y
obscenas, completaban un cuadro estremecedor.
—
¡Joder! — exclamó Iván — ¡Pero que
buena que está Mamá! ¡Se me está poniendo dura y todo!
—
Y a mi… — contestó Sergio — y eso
que llevo ya una semana pajeándome con las fotos…
—
¡Joder, mira que culo! ¿todavía se
pone aquellos pantalones azules tan ajustados?
—
Si que se los pone, que buena que
está con ellos…
—
Eres un cabrón, me estás haciendo
que me entren ganas de follarme a Mamá…
—
Tú siempre has tenido ganas de
follarte a Mamá…
—
Eso es verdad — reconoció Iván —
pues no nos hemos hecho pajas pensando en ella ni nada…
—
Mira — indicó Sergio — en esta
sale con el chocho abierto —
—
¡Joder, que pasada! Me estoy
poniendo caliente y todo…
—
Pues sácatela y hazte una paja —
recomendó Sergio a la vez que alargaba la mano hacia la entrepierna de su hermano
—
Iván se desabrochó la cremallera y se sacó el
miembro. Lo tenía ya bastante erecto. Sergio se lo sujetó con una mano y se lo
masajeó un poco. En la pantalla la hermosa mujer enseñaba su trasero y su sexo
colocada a cuatro patas sobre una cama.
—
Así — dijo Iván guiando la mano de
su hermano — así es como me gustaría tenerla …
Sergio se desabrochó también la cremallera y
se sacó el pene, aún así alargó la mano hasta el de su hermano para encargarse
de acariciárselo. Iván reaccionó acercándose y sujetando a su vez el pene de
Sergio.
—
¿Quién te la toca ahora que ya no
estoy por aquí? — quiso saber Iván —
—
Muchos y muchas — contestó el
hermano menor — tengo chochos y pollas para dar y vender —
—
Ya será menos…
—
Pero ninguno me lo hace como tu…
A base de tocarse el uno al otro los dos
hermanos tenían ya considerables erecciones. Sergio se puso de pie para abrazar
a su Iván y besarle en la boca. Sus
penes se acariciaron también restregándose el uno contra el otro. Sergio se
estiró entonces en la cama y procedió a bajarse los pantalones. Iván, aún de
pie, también comenzó a desnudarse.
—
¿Te imaginas lo que molaría
follarse a Mamá? — preguntó Iván a su hermano mientras se desprendía de toda su
ropa —
—
¡Joder si molaría! Yo, desde que
descubrí las fotos que no pienso en otra cosa.
Iván se abalanzó sobre su hermano para
besarle, abrazarle y acariciarle. Se frotaban pene contra pene y Sergio le
acariciaba el trasero a su hermano.
—
¿no tienes vaselina o algo así? —
quiso saber Iván — me gustaría follarte el culo imaginándome que es el coño de
Mamá —
—
¿no me la vas a chupar?
—
No — dijo Iván sentándose en el
filo de la cama — me la vas a chupar tu.
—
¿Ya empezamos? A mi también me
gusta que me la chupen — protestó Sergio —
—
Pero el mayor soy yo y tu me vas a
comer toda la polla — Iván decía esto sujetándose el nacimiento de su miembro
con la mano y mostrándolo a su hermano —
Ni corto ni perezoso Sergio se dispuso a hacer
lo que se le decía. Estirado en la cama colocó su boca en el regazo de su
hermano y engulló su miembro. Mientras, Iván le acariciaba el trasero, los
testículos y el pene todo lo lascivamente que podía.
—
Me tienes que hacer una copia de
esas fotos — comentó Iván — la del coño abierto me la voy a poner en el
portátil de fondo de escritorio…
Sergio no contestó. Tenía la boca ocupada
tratando de engullir la verga de su hermano. Se recreaba en su labor, lamiendo
toda la longitud del miembro, acariciando los testículos y subiendo y bajando
la piel con la mano.
—
Ya no recordaba lo bien que la
chupas, hermanito…
—
Y yo no recordaba — se interrumpió
Sergio — lo mucho que echaba de menos tu polla…
—
Va, tío, déjame que te la meta por
el culo, lo de Mamá me ha puesto a cien.
—
Vale.
Los dos hermanos tenían cuerpos musculosos y
fibrados y sus traseros eran como sacados de una estatua de mármol.
Sergio se sentó en el regazo de su hermano colocándose
adecuadamente para que la verga de éste le entrara suavemente por el orificio
del ano. Enseguida Sergio inició un movimiento sinuoso encima de Iván, haciendo
que el pene de este girase y se moviese en su interior. Por su parte Iván se
hizo con una mano con la verga de Sergio para masturbarle a la vez que lo
penetraba.
—
Demasiado tiempo sin follar
contigo. Iván…
—
Tienes el culo perfecto para mi
polla, encaja a las mil maravillas…
Iván se pegó a la espalda de su hermano cuanto
pudo y acercó sus labios a su cuello. Lascivamente la pasó la lengua por su
cuello y por la oreja hasta conseguir que se girase y le ofreciera su lengua.
—
Ahora que he vuelto — susurró Iván
— te voy a follar todos los días, hermanito.
—
No te vuelvas a ir — dijo Sergio
con tristeza en la voz mientras el falo de su hermano le taladraba el esfínter
y su mano le acariciaba los genitales — te he echado mucho de menos…
—
Lo siento, en serio…
—
He echado de menos tus caricias,
tus besos, tu polla, tu culo…
Como respuesta Iván empujó fuerte su miembro
en el interior de su hermano.
Entonces, sin previo aviso se escuchó el
sonido de una puerta al cerrarse. Seguidamente la voz de una mujer.
—
¡Ya estoy en casa!
—
¡Joder! —exclamó Sergio — ¡Es
Mamá! ¿Qué coño vamos a hacer ahora?
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