La niña de Papá I
La niña de Papá I

Ah el recuerdo de Mónica me llevo a donde no
quería ir ya que me hacía falta, sus cabellos oscuros como la noche de
invierno, y su tez pálida como la luna, el contorno de su figura sus tetas;
esas tetas las que me follaba ya tiempo atrás, sus piernas y su culo el culo de
mi Mónica era de campeonato, pensando en esto se puso dura la polla, recordando
las veces que le follé el culo y le azotaba las nalgas con cada envestida.
Preguntándome donde estaría mi pequeña Mónica Salí
de la cocina y entre de nuevo en el recibidor dirigiéndome a las escaleras pude
oír otra vez los gemidos que venían de la habitación y lo supe la pequeña puta
estaba otra vez masturbándose en la habitación de papá esto me excito aún más
la polla que la volvía a tener flácida volvió a crecer dentro de mis
calzoncillos, tuve que meter mi mano y acomodarme el paquete. La niña
desobedecía a su padre como lo hacía su madre que también fue una zorra.
Al llegar a la segunda planta pude comprender
que además de los gemidos de la zorrita se escuchaban otros; seguro de algún
video que veía Mónica para ponerse más cachonda, el sonido de los gemidos las
palabras soeces del video así, como las frases vulgares de la pequeña Mónica:
- Si,
folláme, tómame ¡oh! – decía la pequeña a cuatro patas sobre mi cama con un
consolador en el coño mientras se follaba el culo con los dedos – Sí, soy tu
puta. – decía mientras ella veía la escena que se veía en pantalla del pc: en
la cama del video se podían ver a tres personas dos despampanantes mujeres una
rubia y pelirroja la rubia era empalada por tío por el culo, ella gemía paro
sus gemidos eran sofocados por la pelirroja que agarrándola por los cabellos y
entregándole su cara en el coño. – Papi me corro, se correr tu puta. – Decía la
Pequeña puta en la cama el dildo en su culo y los jugos de coño esparcidos por
sus muslos y el cobertor de la cama.
– Así
que la putilla desobedeció la orden de no correrse sin permiso. – Digo entrando
en la habitación, la pequeña se llevó un susto al verme.
– Papi,
yo, yo, yo…. – Estaba roja como un tomate aun con el consolador en el culo, su
cara de sorpresa, y la visión de su cuerpo desnudo en la cama tal como su madre
difunta me esperaba cuando quería tema.
– Tu, tú
lo que eres en una putilla, que necesita unos azotes en el culo por zorrilla. –
dije mientras me sacaba la camisa viendo como la niña se mojaba los labios con
la punta de la lengua no es por faltar a la modestia, pero la naturaleza me
dota de un buen cuerpo que he mantenido con una vida activa y una alimentación
balanceada. Mis brazos son gruesos, espalda ancha que junto con mi pecho son la
parte de mi anatomía favorita. Lo que menos me gusta es mi abdomen que si bien
es plano solo puedo presumir los primeros cuatro músculos abdominales.
Sacándome los pantalones mi bulto se mostró grueso, deseando salir de su
encierro y avanzando hacia la cama le ordeno al Mónica: - ¿A qué esperas puta?,
sácame la polla y a chupar. – digo con una voz fría veo como ella se amilana un
poco, pero el ver el bulto en mis calzoncillos baja de la cama y tratando de
sacarse el consolador del culo, la detengo con voz de trueno:
- No
puta déjate el dildo en el culo, que se acostumbre porque mi polla ira a allí
dentro de poco como sé que lo deseas; ¿Ya estas otra vez chorreando tu coño,
puta? – Pregunto viendo como le volvía a brillar el coño. – Eres una sucia
puta. –
Mónica que le gustaba que la humillara y la
tratara como lo que era se puso de rodillas y con ambas manos bajo mis calzoncillos
hasta mis rodillas dejando libre a mi polla de 22 cm de largo y bien gorda y
tomándola directamente con la boca empezó a tragársela hasta donde pudo desde
mi posición pude ver como la mitad de mi verga desaparecía en su boca, me
empezó una mamada de campeonato dejando la mitad de la polla llena de saliva.
Esa visión me descoloco un momento, pero
tomándola del pelo le empuje toda mi polla dentro de su boca y sosteniéndola,
diciéndole:
- Puta,
¿te gusta que te traten duro no? – Sosteniéndola un momento más y después
sacándole la polla empecé a follarle la boca:
-
¿Quieres la polla de papá? Puta ¿No es así? – Pregunte y sacándole la polla
para que contestara: - Sí, sí señor, soy
una puta sucia que le gusta duro. – dijo ella; mientras que yo volvía a
empalarle la boca de un pollazo:
- Pero
ahora necesitas un escarmiento primer por tocarte sin tener mi permiso, segundo
por ver películas sucias y tercero por correrte sin mi permiso. – Sacándole de
nuevo la polla de la boca para que contestara:
- Papi,
no podía aguantarme, soy tu putilla castígame. – dijo Mónica y agarrando ella
misma la polla la volvió a engullir y haciendo un esfuerzo la trago toda podía
ver un hilillo de saliva que corría por su labio inferior que descendía a sus
tetas tiesas.
–
Putilla papá se va a correr y quiero follarme esas tetas, en cuclillas. –
Ordene previendo como el orgasmo se empezaba a formar en mis huevos. Viendo
como la polla salía de la boca de mi hija se me asemejo tanto a su madre y la
ame por eso.
La
pequeña se puso en cuclillas sus tetas estaba embadurnadas de saliva, yo pase
mis manos entre ellas terminando de esparcir la saliva, Mónica gemía con cada
toque, escupí en sus tetas y le ordene:
-
¡Aprieta las tetas alrededor de mi polla puta! – empecé un bombeo en las tetas
de Mónica, ella gemía, yo bufaba; ver mi polla dentro de las tetas de la
pequeña me extasiaba, oír a las palabras soeces de Mónica me excitaban más aún:
- Si,
¡oh! Si soy tuya folla mis tetas de puta. – Ella lo decía en sus ojos se
asomaba una expresión de lujuria sus ojos brillaban, su boca se curva en una
sonrisa. Retirándole la polla de entre sus tetas y ordenándole: - ¡Zorra,
chupa! – Mónica tomo otra vez la polla con una mano mientras que con la otra me
masajeaba los huevos tragando la polla me hizo gemir de nuevo la pequeña tenía
una boca endemoniada. La saliva volvía a hacer un reguero que ella recogía en
sus manos y masajeaba mis huevos mis gemidos aumentaron en intensidad mi
orgasmo pronto explotaría quería correrme en esas tetas que tanto me ponía.
– Zorra
ya pronto me correré. – Dijo y ella con una sonrisa dijo:
- Mi
papi ya está a punto y ¿me dará toda su lefa? –
- No,
putilla esta noche no cenaras leche dime donde la quieres. – dije apuntando con
la polla.
– ¿En tu
cara de puta? – y le apunte al rostro.
– ¿O en
las tetas de zorra? - Apuntando de nuevo con la polla en sus pechos grandes y
gordos.
– En mis
tetas papi, en las tetazas de tu zorra hija. - Entonces yo termine de pajearme
y otra vez le apunte con la polla en las tetas y eyacule; un gran chorro de
semen que le cayó en la teta derecha, el otro chorro le cayó en la teta
izquierda y otro menos abundante le cayó en el medio de los pechos.
– Ahora
mi joven puta mereces el correctivo, a la cama, boca arriba y con las piernas
abiertas puta. –
Ella
obedeció yendo a la cama, mientras ella se recostaba sacaba del closet un
pequeño huevo de color carne y una fusta, estos objetos los había usada con su
madre, esa mujer le encantaban y como madre, como hija encendí el huevo y se lo
metí en el coño este estaba chorreando no pode contenerme mucho el le pase la
lengua desde abajo hasta el clítoris ella gimió.
– OHH,
papi que rico. – A mí me gusto su reacción, pero estaba decidido a corregirle
su mal comportamiento lascivo y vicioso. Lanzándole un azote en el coño con la
fusta; pude apreciar el temblor que le produjo el golpe le ordené:
- ¡No
hables puta! Ahora con cada azote lo contaras y dirás; debo ser una niña buena.
¿Has entendido puta? – le pregunte. Ella con un brillo en los ojos casi
asustada respondió:
- Sí
señor. – Su cuerpo temblaba mientras sentía la fusta acariciar su piel, comencé
a castigarla primero en la parte interior de sus muslos el primer azote.
ZAZZ, fue para el muslo derecho, ella tembló y
gimió: - ¡Ahh! Uno, Debo ser una niña buena. –
El
segundo azote.
ZAZZ, en el muslo izquierdo, Mónica arqueo la
espalda y volvió a gemir: - Dos, debo ser una niña buena, ¡Ahh! –
La azotina
continua las zonas golpeadas enrojecían al momento, el tercer azote le volvió a
caer en el muslo derecho.
ZAZZ el muslo golpeado tembló y ser reprodujo
hacia todo el cuerpo. - ¡Ahh! Tres, debo ser una niña buena. – El coño de
Mónica brillaba por los jugos, que hacían un reguero. – Mira que será una puta
estas chorreando con cada azote ¿No puta? – Dije sin contenerme y dando otro
azote esta vez en muslo izquierdo. - ¡Ahh! Cuatro, debo ser una niña buena,
Papi estoy otra vez cachonda. – la fusta acaricio el coño llenándose de los
jugos del coño totalmente depilado subiendo la caricia de la fusta hasta llega
a sus tetas estas estaban caídas hacia los lados y con movimiento agitado por
la respiración. El siguiente azote fue a dar en su teta izquierda.
ZAZZ, pude ver unas lágrimas escurrir por sus
ojos, pero su sonrisa no desapareció al gemir de nuevo. – Cinco, debo ser una
niña buena, ¡AGGG¡ - El cuerpo de Mónica temblaba eso me excitaba; aunque le
proporcionaba un dolor a mi hija veía como su coño destilaba como su rostro se
contorsionaba por el placer.
El sexto latigazo le cayó en el pecho derecho
ZAZZ, ella gimió mi polla se puso más dura, la puta volvió a gemir.
– Seis,
¡Ahh! Debo ser una niña buena. – Sus tetas estaban rojas, sus muslos de
escarlata que ya se iba desvaneciendo.
ZAZZ el
azote cayó en el pecho derecho ella gimió más fuerte y comenzó a restregarse
las piernas. - ¡Agg! Siete, debo ser una niña buena. – Mi polla estaba a
reventar los gemidos de Mónica me taladraban en la cabeza. – Papi se siente tan
rico. –
ZAZZ el otro azote el dio en la teta izquierda.
– Ocho,
debo ser una niña buena, ¡Ahh! – La fusta volvió a acariciar su abdomen y su
pubis ella abrió de nuevo las piernas.
ZAZZ le noveno azote cayó de lleno en el coño
de Mónica ella grito sorprendida del dolor en el coño, pero el gemido que lanzo
fue lascivo.
– Nueve,
debo ser una niña buena, ¡AGGG! – El coño le palpito y chorreo más jugos sus
ojos brillaron. El décimo azote le volvió al coño que enrojeció su cuerpo
volvió a temblar y arqueo su espalda cuando gimió:
– Debo
ser una niña buena, Diez, ¡AHH! Papi folláme estoy cachonda. – diciendo esto se
puso a cuatro patas aun con e dildo en el culo. – No ves papi tengo el coño que
es un reguero. –
Si tiene
el chocho encharcado tanto que el ojote estaba también mojadito. Mi polla
estaba en pie de guerra desde hacía ya tiempo y queriendo follarla a tome por
las caderas y la arrastre hasta el borde de la cama y de un golpe le clave la
polla hasta en fondo ella gimió:
– ¡OHH!
Papi que rico me siento tan llena de los dos orificios. – Ahora que lo
mencionaba pude detallar el dildo del culo lo único que le Salía era una
pequeña joya del culo desde cuando tenía mi niña ese juguete, la follada la
comencé suave recreándome en su culo y como aún tenía la fusta los azotes
comenzaron con cada embestida, cada azote era un gemido de placer. Un pedido de
más fuerza para la follada.
ZAZZ. – Papi más dura, folla duro a tu puta,
azótala también por ser tan zorra, ¿AHH! –
Y la
folle y azote más fuerte, los azotes caían en sus nalgas ahora rojas brillantes
y la joya anal tan bien brillaba. Me folle a mi hija como me follaba a su madre
Mónica su madre también le encantaba los azotes en el culo y las embestidas
profundos, la niña empezó a moverse también pude notar las conocidas
contracciones que anunciaban su orgasmo que estallo dentro de ella mi polla
estaba al borde del abismo también quería que me la chupara pero estaba al
borde del orgasmo que termine por eyacular en su culo; sus nalgas quedaron
rociadas de semen ya que fueron cuatro chorros de leche los que vertí en el
culito de mi hija, mi zorrita hija, caí sobre ella y besándole en el cuello le
dije:
– Te amo
mi niña. – Rodeé un poco para quitarle un poco de peso y viéndole la cara pude
ver lo feliz que se sentía. – Yo también te amo papi. – dijo ella al besarme en
la boca un beso que me extasió….
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