Vidas pasadas XII
XII
El color rosa
de la habitación de Paula era como una invitación Annabel solo al entrar y
cerrar la puerta abrazo a Paula, no sabía cómo empezar, pero lo deseaba,
pregunto nerviosa a la rubia por sus padres no llegarían de sorpresa y esta
negó dándole un beso.
Annabel la beso en los labios Paula cerró los ojos tenía un sonrojo extendiéndose por bello rostro, Annabel sentía el pequeño temblor que estremecía Paula, es la primera vez para la pequeña rubia, Annabel tratando con suavidad tan delicada chiquilla le acaricio la espalda deseaba ser una con ella.
Para ella también era su primera vez con una
chica, estaba en otro mundo como en uno de sus sueños, le fue desabotonando la
blusa mientras cada botón era sacado era un beso en los labios, de vez en
cuando le acariciaba el rostro, Paula solo suspiraba, preguntándose cómo era
posible tanto gozo.
Annabel le despoja de la estorbosa camisa
contemplando el torso semidesnudo de su amante solo el sujetador que contenía los
medianos y firmes senos de su pequeña y delicada compañera, besando su cuello
mientras acariciaba el torso de Paula, sentía los estremecimientos de la rubia
en donde la besaba.
Annabel se apartó para despojarse de su top
quedando con su sujetador deportivo, hacía tiempo que lo deseaba, había
fantaseado con este momento, pero no imagino que fuese tan bello y erótico, ver
a su dama amada semidesnuda de pie frente a ella son con un shortcito y en sujetador,
trataba de aventurar lo que vería a continuación, volvía a acercarse a Paula,
tomo de una mano y la lleva a la cama, abrazándola la volví a besar,
diciéndole:
— Te amo. — Depositando un suave beso en su
frente, volvió a acariciar su espalda, y desabrocho su sostén, cayendo este al
suelo, permitiendo ver semejante espectáculo, esa piel pálida que tanto le
gustaba, esos senos medianos con unas aureolas rozadas, unos pezones pequeños
que ya estaban picuditos de excitación.
Fue acariciando los brazos de su amante
mientras bajaba besando poco apoco por ese cuello de cisne, el comienzo del
pecho, acariciando ahora los pechos medios que casi cabían en su mano mientras
besaba las clavículas de Paula, mientras esta suspiraba, Annabel estaba muy
excitada sin poder saber la razón.
Fue recostándola a la joven rubia en la cama
mientras cubría de besos y caricias bucales los senos de Paula, esta se agitaba
con cada caricia con cada beso su respiración era entre cortada no sabía a
ciencia cierta como una mujer podía llevarla al éxtasis con solo besos y
caricias, Annabel continua bajando con su procesión de caricias por el abdomen
bello que para ella se extendía delante, llegando al borde del pequeño short,
debajo de este las pequeñas braguitas de Paula, sintiendo el aroma excitante
que de esta se expelían ya había percibido el aroma de su propia excitación
pero este era cien veces mejor, estaba segura que se debía a que la amaba, se
había enamorado de ella en el momento que la vio, con mucha suavidad fue
descubriendo el pubis y la intimida de la jovencita que recostada en su cama,
quien no podía, conseguir controlar las reacciones de su cuerpo con cada beso,
lo que experimentaba, sensaciones nuevas que junto con los sentimientos
experimentados hacían de este momento el mejor de su corta existencia.
Annabel se volvió a
separar de Paula quien la miro suplicante, pero diciéndole:
— Tranquila amor voy a
ponerme en igualdad. —
Se despojó del
sujetador revelando unos senos generosos, con su piel un poco menos pálida de su
joven amante, desechando también su corto pantalón y bragas, Paula la observo
deleitándose, con lo que veía, nunca se había fijado así en nadie; esta mujer
que delante de ella se desnudó lo hizo de una manera pausada lenta que sus movimientos
superaron ya elevada excitación, Annabel sentía que si no terminaba iba a
explotar de tanta tensión sexual, fue a la cama recostándose de medio lado
junto a Paula, acercándose pude sentir la respiración de la rubia como está la
de ella, acercándose Paula al rostro de
Annabel la beso abriendo la boca para que las dos lenguas hicieran su primer
reconocimiento, tomando valor también preguntándose porque lo hacía acaricio
los senos de Annabel palpando toda su anatomía.
Y como Annabel lo hizo, fue reconociendo la
anatomía de la otra mujer, sintiendo que todo ello era una locura, pero
experimentando los pequeños temblores que en la pelirroja producía sus caricias
besándola en sus senos, besándola la besaba con afán tan era este que Annabel
tuvo que alentarla a que fuera despacio, Paula aminoro su ansiedad, sintiendo
cada centímetro vertical de ese abdomen plano fibroso que ante sí tenía con
besos pequeños y suave descendía bordo de la tripa y el pubis de la pelirroja,
volviendo a su boca a tener cierta duda de lo que hacer, Annabel lo comprendió,
y las dos besándose tiernamente se dijeron cuanto se amaban.
Annabel está en un cielo de lujuria, bajando
del lecho, y abriendo poco a poco las bellas piernas de Paula y besándolas por
la parte interior de los muslos la rubia pegaba unos pequeños saltillos en la
cama y ahora tan cerca del precioso tesoro encerrado de Paula lo beso con
ternura, sintiendo esa humedad y el calor que emanaban de esa intimidad tan
deseada viendo y detallando esa anatomía exacta y bella.
Una intimidad rozada, y pequeña, a la primera
caricia con su lengua, fue como un latigazo en Paula, y un sinfín de sabores
para una pelirroja. sus besos lamidas allí en lo más íntimo de la pequeña rubia
que se agitaba en la cama, Annabel quería besarla al momento del clímax, volvió
a su amada y besándola en la boca Paula pudo por primera vez saborear su propio
sabor, Annabel mientras la besaba llevo
las manos de la rubia a su intimidad y esta se sorprendió de la cuantioso
humedad de su compañera, siguiendo los movimientos de esta fue haciendo los
mismos masajes conque la atractiva pelirroja le regalaba sensaciones jamás antes
sentidas, sus movimientos suaves primeros y a medidas lo que para ella entendía
que lo hacía estaba logrando el cometido este acto tan bello para ellas.
Sus cuerpos se movían de manera a compasada
mientras sus bocas eran escenario de una danza tierna de lenguas, sus
reacciones son fuertes sus géminos llenaban la habitación de las voces de la
lujuria que daban rienda suelta las jóvenes rubia y pelirroja, los gemidos y
jadeos indicaban el próximo, esperado clímax cuando las jóvenes amantes
inhalaban desesperadas bocanadas de aire, el goce pleno les llego al momento se
dejaron desplomar cuando les alcanzo la recompensa que sus lujuriosos instintos
les dieron exhaustas reposaron en la cama sus cuerpo experimentaron el goce
pleno de su sexualidad para la rubia Paula fue el claro rumbo de su identidad
sexual, aunque esto fuera o pudiera ser para su vida sabía que sus padres
siempre la apoyaron, ya no había marcha atrás comprendía que ama a la pelirroja
con locura casi demencial, y nuestra paladina Annabel, sabía que en sus sueños
vivió esto, y que de existir otras vidas se enamorado un ángel igual a la dulce
boca que yacía abrazada a ella en el lecho, su nidillo de pasión para siempre.
La pelirroja y la
rubia yacían en el lecho increíblemente habían hecho el amor, el placer
romántico dio paso al placer onírico, pues agotadas se durmieron abrazadas.
Comentarios
Publicar un comentario