Vidas Pasadas VI
VI
La luz
iluminaba la sala de estar Annabel sentó junto a su madre, aunque eran muy
diferentes la quería, abrazándola le dijo:
— Mamá mañana vendrá Paula a estudiar y también quisiera presentártela como mi novia, tengo tan alegría, es una buena chica y de buena familia. —
— Hija, aceptare esto,
pero no me pidas mucho, cuando te preguntaba cuando ibas a traer a tu novio era
eso un novio no una mujer, pero bueno ¿Qué puedo hacer? — Dijo esto está
furiosa con su hija, pero, también que ¿Podía hacer? Su hija, aunque era
obediente también era muy independiente sabía que continuaría con esta faceta
de su vida.
Tendría que hablar con
su esposo para que le diera esa voluntad que él tuvo con todo este asunto, ay
cuando se entren los vecinos y demás familiares pensó.
Annabel subió a su
cuarto se cambió y bajo lista para esperar a su padre para correr, estaba feliz
pero también sentía gran ansiedad su madre y Javier no se iban a quedar de
brazos cruzados estaba segura que la seguirían fastidiando, está en la sala
cuando llego Andrés solo con verlo se le echo encima besando:
— Papá me dijo que si,
ya somos novias, — Annabel no contenía su alegría diciendo esto casi tumba a su
padre al suelo, Andrés estaba algo ido:
— A ver hija, que ya
tienes novia es lo que entiendo y tu madre, ya le contaste— Dijo Andrés
levantando a su pequeña y llevándola al sillón sentándola y sentándose a su
lado.
— Sí, no quería que se
enterara así pero cuando llegue estaba hablando con Javier, con fue más
complicado por él quería algo conmigo, presumiendo que como todo el tiempo
hemos sido muy buenos amigo podríamos tener un romance, pero se los dije a los
dos, no creo que fue lo mejor pero que podía hacer. Mañana traeré a Paula a
almorzar para que la conozcas papi— Dijo Annabel que no cabía en su felicidad.
— ¿Vamos a correr hoy?
— Pregunto a su padre. Andrés sobándose la cabeza y después mirándola le sonrió
y le dijo:
— Hoy no mi amor
mañana, supongo que tu madre no está muy de acuerdo y debo hablar con ella, ve tú
y no llegues muy tarde. —
Annabel besándolo se despido:
— No papá estaré para
la cena. — LLegando a la puerta.
Andrés no sabía qué
hacer por un lado Carmen estaba muy reticente con esto asunto, y él no iba a
estropearle la felicidad a su hija, además su hija merecía todo el apoyo y
ahora su mujer también Andrés no entendía a su mujer, siempre fue de las chicas
más liberales cuando era joven, siempre opinó a favor de estos asuntos y ahora
no quería entender que su hija era diferente, bueno siempre lo fue Annabel era
diferente a todas su amigas, recuerda cuando la pequeña pelirroja lo encontró escuchando
a lep zeppelín y se quedó embobada con la música , allí supo que su hija sería
diferente al promedio, la chica empezó a escuchar con el su música y a
preguntarle de bandas y el movimiento musical de su época ah tiempo aquellos
donde solo era una niñita de pelo rojizo y pequeñita. Andrés enfilo escaleras
arriba a la alcoba con un aire nostálgico…
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