Vidas Pasadas III
III
La clase transcurrió sin siquiera Annabel percatarse, esta fascinada con Paula, detallo su cabello era dorado hermoso, y desprendía un gran aroma a frutas, no se dio de cuenta que la clase término, solo cuando Paula la llamo:
— Annabel vamos, tengo
hambre— Dijo la rubia mientras se colgaba la mochila al hombro.
— Si vamos, estoy algo
distraída. — Guardando sus libros y también colgándose el bolso del hombro:
— Vamos te invito, el
desayuno. Me gusta tu cabello. —
Annabel estaba decidida a con quistar o morir
en el campo, estaba nerviosa pero valiente con mano temblorosa cogió la mano de
Paula, Annabel se halla en una nube no podía créeselo ni ella misma iba tomada
de la mano de la chica que le gustaba.
Paula era feliz sabía
que esta chica sentía algo por ella, lo supo solo con el tacto sintió que desde
ayer cuando ambas estudiaron había una fuerte atracción, Annabel era linda, era
muy inteligente solo lo único que no le gustaba de ella era esa música que escuchaba,
pero eso a ella no le importaba estaba feliz podría tener una relación y quería
que así fuera.
Llegaron a la cafetería y Annabel le pregunto qué
iba a comer, ella le dijo solo dos pastelillos y un toddy caliente.
Annabel pidió lo mismo y se sentaron en una de
las mesitas que se hallaban alrededor del cafetín, escogieron la más cercana al
pequeño bosquecillo que servía de parque, bosquecillo por solo contaba con diez
pinos y en su perímetro algunos naranjos, en él se hallaban 5 banquillas
esparcidas por entre los pinos, era precisamente ese espacio el que más le
gustaba a Annabel.
— Paula cuéntame de
ti— Dijo Annabel ya que ayer no pudieron conocer mejor.
Paula le cuenta a Annabel parte de su vida de
cómo su familia se mudó a esta ciudad, que ella era muy apegada a su madre, su
padre a quien adoraba estaba de viaje de negocios, le comento que sus padres la
apoyaron cuando salió del closet hacía ya tres años con su primer amor.
Annabel también le
conto todo des su vida:
-…. y mamá no quiere
entender que soy diferente a ella, como dijo mi papá un dijo entonces te gusta
pescado y no la carne dijo riendo ¿sabes porque adivine tu nombre? - Le
pregunto, la rubia le dijo:
— No, pero cuenta,
desde ayer tengo curiosidad. — Annabel tomando un sorbo del toddy continuó:
— Bueno esto te
parecerá extraño y hasta aterrador, pero he soñado contigo desde hace tiempo,
he soñado de nosotras, pero en épocas pasadas, no es una manera romántica de
cortejarte perdón. — Annabel se ruborizo acababa de meter la pata hasta el
fondo.
Paula notando la
incomodidad de Annabel le dijo apresuradamente:
— no, no te sientas mal, tranquila a decir
verdad me parece romántico, ¿crees en el destino? — Paula estaba emocionada,
era increíble lo que le acababa de confesar Annabel.
Ella era de las chicas
que soñaban con una historia bella de amor, su corazón latió con más fuerza ya
Annabel la estaba enamorando, sentía el suave vacío en su estómago.
Annabel un poco más
cómoda prosiguió:
— Lo increíble para mí
era que me sentía que me estaba volviendo loca, aunque desde hace tiempo ya que
acepto mi sexualidad tener sueños eróticos no me había pasado, además algunos
de esos sueños no terminaban bien, en algunos moríamos. Me he sentido
preocupada y te vi ayer fue como un deja vú, por ello fue que te llamé Paula,
la chica de mis sueños tiene tu nombre. — Termino Annabel sintiendo como la
mano de Paula acariciaba la suya para después tomarla se sentía tan bien ese
pequeño contacto alzando la vista se encontró con esos ojos azules como el mar
que ya la habían enamorado, se transportó a sus sueños con los aromas tan
vivido……
Comentarios
Publicar un comentario